Un enfoque alternativo para crear contenido de video remoto

Los aparatos nuevos, los robots y un equipo especializado fueron la clave para que podamos seguir.

En 2019, el equipo de desarrolladores colaboró con el equipo de video para convertir una idea incompleta para un canal de YouTube en una estrategia de contenido completa con tres programas, cada uno con su propia escenografía, canción y secuencia de apertura en vivo. Implicó mucho esfuerzo poder resolver los problemas y abordar la coordinación tras bastidores para que el canal fuera rentable y su producción viable. Cuando filmamos nuestro último grupo de episodios en persona en febrero de 2020, finalmente habíamos logrado un proceso optimizado y estábamos listos para producir contenido durante todo el resto del año.

Obviamente, eso nunca ocurrió. Con el confinamiento dispuesto en marzo, teníamos que encontrar una manera de trabajar de forma remota. Esto quería decir que nuestros talentos, los ingenieros, tendrían que filmar ellos mismos en sus pequeños departamentos de la costa oeste, a pesar de no tener prácticamente experiencia con video. Necesitábamos nuevos equipos y, además, teníamos que enviarlos a cada una de las personas, lo que implicaba un costo alto. Nuestro cronograma y procesos estaban destrozados y, como si fuera poco, teníamos muchos problemas técnicos con los que lidiar. Además, la identidad del canal dependía del uso de utilería real y de las escenografías únicas en las que habíamos invertido tanto esfuerzo.

La pregunta lógica sería por qué no grabar la voz en off y emparejarla con una videografía. Si bien este hubiera sido el enfoque más sencillo, creemos que mostrar a las personas que hacen el trabajo genera una conexión más fuerte con nuestra audiencia. También queríamos seguir manteniendo nuestra identidad bromista y estrafalaria, porque es lo que diferencia nuestro canal de desarrolladores de nuestra competencia, y además se mantiene fiel al resto del contenido. Mantener un alto nivel de producción también era una obligación.

Nos pusimos a pensar sobre cómo filmar en forma remota y, a la vez, incorporar la escenografía. Consideramos usar una pantalla verde, pero sentimos que la iluminación imperfecta comprometería demasiado la composición. Desplazar a los talentos era imposible debido a las consideraciones de seguridad. ¿Y si usábamos robots? Sí, construimos robots y decidimos hacer una composición entre los talentos en casa y las cabezas de los robots.

Megan built three robots with different head shapes and antennae. She embedded lightboxes into the chest and head to make the composited footage feel more natural.

Megan construyó tres robots con diferentes formas de cabezas
y antenas. Les insertó cajas de luz
en el pecho y en la cabeza para que
el rodaje compuesto se vea más natural.

Para lograrlo, Steven obtuvo un permiso oficial para visitar la oficina. Se colocó una máscara, se llenó de desinfectante y, trabajando solo, armó la escenografía, ubicó el robot (creado por nuestra socia, Megan Lush), y filmó las escenas para que pudiéramos hacer como si nuestro talento se metiera dentro de los robots. Esto supuso mucho más trabajo de posproducción para nuestro editor, Ivan Narez, de lo que necesitábamos en el pasado.

Usamos la pechera para animaciones simples
que hace que el robot cobre vida y así reforzar
momentos importantes en el contenido.

Una vez que teníamos el plan, armar una pequeña flota de kits de video era el paso a seguir. Enviar estos equipos a nuestros talentos en pantalla fue más difícil y nos llevó más tiempo del esperado. ¿Recuerdan el primer confinamiento? Los tiempos de entrega increíblemente lentos y productos agotados eran algo demasiado común. Tuvimos que encontrar equipos que nuestros ingenieros pudieran aprender a usar con instrucciones mínimas y que fueran suficientemente pequeños para que pudieran guardarlos en casa. Cada kit incluía una cámara simple, pero de buena calidad, luces, kits de audio, baterías, discos duros, cables y maletas de transporte, además de los equipos para armar un telón de fondo sencillo para que el rodaje en casa facilitara la composición con la cabeza del robot.

El kit final, sin incluir el fondo ni los equipos de iluminación.

Con nuestros kits comprados, Steven los sacó de la caja, los probó y armó cada equipo. Creó una guía práctica paso a paso sobre cómo iluminar una habitación, armar los equipos y configurar los ajustes adecuados. Esta guía es la base de nuestro día de preproducción, para que nuestros talentos en pantalla configuren todos los equipos, hagan las tomas y preparen todo con la guía del equipo de producción mediante una videollamada. Hacemos esto todos los días antes de grabar para asegurarnos de que en el día de producción se presenten la menor cantidad de problemas posibles, como solíamos hacerlo cuando grabábamos en persona.

Con la persistencia y la ingenuidad de nuestro equipo confiable (y muchísimo esfuerzo de Steven), pudimos pasar a esta versión “en casa” de nuestros shows de YouTube de desarrolladores. Aunque aún nos estamos adaptando a esta nueva realidad, con cada grabación nos sentimos más cómodos con los nuevos equipos, las responsabilidades y la distancia de la producción virtual.

Tenemos que agradecer especialmente a Megan Lush por la creación de los robots y a Ivan Narez por la edición, la composición y la animación.