La serie cinematográfica de Square del 2020 “Black Owned” muestra vistazos al trabajo de negocios con propietarios afroamericanos en Jackson, Misisipi; Chicago, Illinois; y St. Louis, Misuri. Hablamos con el director de “Black Owned”, nativo de Chicago, Rodney Lucas, sobre la primera edición de nuestra Serie de creadores.
En esta serie, conversamos con algunos de nuestros colaboradores (creativos y talentos emergentes de categoría mundial) para aprender sobre su recorrido creativo. Aquí, la conversación entre la directora creativa de Global Brand Group, Eileen Tjan, y Rodney Lucas se basa en la comunidad. Hablan sobre cómo la comunidad moldeó la creatividad de Lucas y cómo viajar por el corazón de Estados Unidos para filmar “Black Owned” lo inspiró y motivó como artista.
So, Rodney, first I’d love to just hear a little bit about you — where you’re at currently, where you’ve been, who you are, what you do.
Oh man. I’m a filmmaker. I’m a father. I’m a brother, a son. And most importantly, I am of service to the Black community. My whole jam is re-owning moments. Like, growing up, we were economically poor, but wealthy in spirit and ambitions, so most of my day creatively and also just as a man operating in this world is to reclaim moments that were disallowed or tainted due to systemic oppression in America.
When I step into a coffee shop and I can even afford the small things and provide for my family, that’s what I’m proud of. I live for my family — I love my family. I think the deeper that I get into filmmaking, the closer I get to my family and the closer I get to the South Side of Chicago. You know, they keep me grounded. They keep me aware.
Growing up, being inspired by the environment around you, can you pinpoint a time when you were first motivated or compelled to create? How did that manifest and what mediums did you explore?
It happened pretty early. I was to some degree protected. I think my friends and my family and guys within our community:
They saw this touch of lavender — they saw this glow. We didn’t know what that was, but it was creativity.
We knew that that’s just how Rodney spoke. Whether that was writing poetry or just filming random stuff within our community or rapping, it was just being creative. My community saw that and supported that. They protected it. But they also, I think, were able to see themselves within those creations.
When did you start to combine your abundant creativity and verbal art into filmmaking?
That happened a bit later in life. I saw the industry so deeply entrenched in this level of detachment from what was happening in front of my eyes, right? And I didn’t think that there was a pathway in which I went to school for film or had some grand internship at a film studio.
I came into this game basically as raw talent, just wanting to capture these moments that I lived and loved as an eight- or nine-year-old kid growing up on the South Side of Chicago. And the easiest way for me to do that was to simply pick up a camera and do it. I wanted as little static as possible between the idea and execution of the projects.
It began to happen in my early 30s. But what was great about that was by the time that happened, I already had a high level of independence, artistically and economically. So I didn’t necessarily hop into this game with this level of thirst for people to cosign me or to put me on, right? And that’s how I designed it. I wasn’t going to become a part of this industry to work for this industry.
¿Qué otras formas de arte o medios exploró que le permitieron dar ese paso hacia la producción cinematográfica?
Era rapero, entonces, cuando hacía giras, podía conocer gente, viajar y formar relaciones que fueron muy importantes para mí. Pude alinearme con productores y managers muy buenos, que me permitieron ver que el proceso en equipo pueden sumar para alcanzar el éxito.
Ahora, no creo que haya un momento específico que me llevó a donde estoy; en realidad, fue un conjunto de momentos. Y esos momentos ocurrían cuando tenía 15 años y entraba a un salón de belleza y las amigas de mi madre me hacían rapear para ellas. Entonces rapeaba frente a 13 o 14 mujeres afroamericanas mientras les hacían peinados, ¿sabe?. Y me emocionaba; ellas me daban un dólar. Pareciera que Rodney es quien es solo gracias a ese salón de belleza. O Rodney es quien es solo por que algunos de los chicos más grandes del vecindario no lo dejaban subir al automóvil con ellos. Entonces, hacer películas es fácil, ¿sabes?
Me encanta escuchar que los miembros de sus comunidades son los que tienen influencia y junto a ellos se está reescribiendo la idea de cómo administrar un negocio. Ayudan a redefinir los lugares de donde viene la inspiración para la industria creativa.
Lo hacen. Y, quizás, uno de mis mayores miedos que, probablemente, es el motivo por el que soy un padre tan presente, es que mi hijo tenga un sueño o una idea y que llegue a una edad en la que esa idea forme parte de su día a día y, luego, ver a un grupo de personas que se unen para detenerlo. Eso es opresión. Es opresión. No estoy para esas vibras, ¿sabes?
Y puede verlo en mis películas. En mis películas, es como si estuviera ahí, en el corazón de la comunidad. Filmo como si estuviera junto a mi en esa cocina, como si vieras por encima del hombro de esa madre trenzando el cabello de su hija. Ese nivel de intimidad, para mí, es esencial. Y no se puede fabricar eso con unos millones de dólares. Eso viene de la conexión. Viene de formar parte de la comunidad. Viene de pertenecer a ese suelo.
Cuando veo “Black Owned”, siento que tuve la oportunidad, el privilegio, de ver esta comunidad a través sus ojos y oír sus historias. Dejó una huella en mí. Me gustaría escucharlo hablar de la perspectiva que aportó a “Black Owned”, ¿qué fue lo que lo acercó a ese proyecto inicialmente?
Gracias. Me gusta mucho saber que tuvo una conexión tan espiritual con la serie. Con “Black Owned”, quería generar tres reflexiones distintas y tres capítulos distintos en la vida de las personas afroamericanas en Estados Unidos y en su relación con el emprendimiento, desde St. Louis hasta Chicago y Jackson, Misisipi.
Cuando surgió el concepto de filmar en Jackson, no podría haber sido más cercano a nuestros ancestros, a nuestro linaje familiar, para mí y para mi director de fotografía Kassim Norris. Era una especie de bienvenida espiritual. Y me da piel de gallina cuando pienso en eso. Me despertaba en Jackson a las cuatro o cinco solo para caminar por la ciudad y, literalmente, sentía los latidos de los esclavos, sentía sus voces en las plantaciones.
En lo que se refiere a la migración de las personas afroamericanas y la iniciativa emprendedora, el inicio fue en Jackson y, luego, se movió a Chicago, que a menudo era el primer hito al que llegaban las personas afroamericanas resilientes, artísticas y valientes, cuando dejaban el Sur.
Luego, tenemos St. Louis. Para mí, los hermanos en St. Louis eran un reflejo de la diversidad que había entre los emprendedores afroamericanos. Teníamos un hermano que hablaba a través de la moda y brindaba confianza a mujeres y niños afroamericanos. Luego, teníamos un hermano que se centraba en el té y cómo se relacionaba con la utilización de la tierra para curar. Por último, teníamos un hermano que tenía una tienda de cerveza artesanal, y creaba sus pasos y hacía hip hop.
Hombre, me conmueven estas fotos porque, para mí, todos ellos eran el reflejo más brillante, hermoso y orgulloso de la vida afroamericana en Estados Unidos ahora. En cada una de las sesiones en las que participo, intento recapturar la energía que teníamos en Jackson, Misisipi.
El relato de su travesía por todas estas ciudades es increíble. ¿Podría contarnos un poco más sobre los negocios que se ven y sus experiencias con los propietarios?
Crecí a la vuelta de la esquina de [5 Loaves Eatery] y esta fue la primera vez que realmente tuve una conversación emotiva y profunda con [dueño] Constance. Es decir, llevo años comiendo en su restaurante, jugando y pasando a las corridas por su frente y ella siempre está en marcha, siempre trabajando.
So, I’ve never been able to truly sit this amazing Black woman down and say, “Yo, let’s talk. Let’s build. I love you. You are everything that’s great about the South Side of Chicago. You are the reflection I want my daughter and my son to see.” I just felt the most honored to be able to give that moment a voice.
And with [owner of Marshall’s Music & Bookstore] , Maati [Primm] in Jackson, Mississippi, I knew the second I sat down with that sister, she would make me rethink almost everything American society has taught me about the Black experience. And when she spoke, there was this level of silence in the room — you knew people were truly absorbing the words.
And the way she carried that experience, we left there with true goals and lessons. She gave you the knowledge — but in exchange for that, it’s almost as if you made this spiritual promise with her to continue speaking, continue amplifying the legacy of Black ownership.
That obligation to continue to be proud amplifiers of the Black experience woke us up every morning.
In St. Louis, that was a matter of showing and tapping into this level of Black male sensuality and Black male care that we don’t often see onscreen. My brother [Brandin Vaughn] has a boutique [Brandin Vaughn Collection], but he gives away way more clothing than he sells, you know? The brother [Reo Quarles] with the tea shop [Teatopia], the game he’s giving is far beyond the tea that he’s selling. Brothers [Justin Harris and Ryan Griffin] with the craft beer joint [St. Louis Hop Shop], they’re pioneers, and they wear that with extreme grace and extreme pride.
What did you learn from these business owners that might speak to Black-owned businesses to come?
Don’t just embrace Black culture when it’s economically convenient. Embrace Black culture when you see a food desert on the South Side of Chicago. Embrace Black culture when you see Black businesses being pushed out on Cherokee Street in St. Louis. Embrace Black culture when you go to Jackson, Mississippi, and you see these beautiful, historical Black buildings basically dissolving before our eyes.
Everyone that we had the pleasure of filming and documenting, their love for our community was so deep that they wanted to be there to be able to plug some of those holes. They’re so committed, they wanted to actually become part of the change — a direct part of the fix.
Going back to the collaboration on “Black Owned” — were you surprised at the initial contact?
I don’t expect any company to actively want to economically support Black creatives — I do that myself. I am the big homie. I got that. But then once I met the team and was able to build with them, that quickly evolved into promise.
I just can't stress enough how every step of "Black Owned" internally was a team effort and was completely supported. This was part of the culture of Square, which was just incredible.
I don’t think that any Black creative going forward should see companies like Square supporting them, their communities, their vision, as this moment of surprise. I wanna grow to a place where that’s common, right? And that support within Square, I think that is a model that I would love to see at other companies — that level of diligence and detail, that level of care with sensitivity with a project like “Black Owned”. That made us feel seen, that made us feel honored, and it made us feel important.
Rodney, thank you so much for your time. This was a real honor for all of us. It was a very special first episode of our Creator Series, and I’m so happy it was you.
Sincerely, that means the world to me. I truly, truly appreciate it. It’s just been so dope to watch this continue to grow, evolve, and blossom beyond the content itself.
“Black Owned” ganó once medallas en los Premios Telly 2021: cuatro de bronce, cuatro de plata y tres de oro. La serie ganó el oro en las categorías Cultura y estilo de vida, Diversidad e inclusión, Impacto social y People’s Telly. También ganó los Premios Webby 2021 a la Diversidad & inclusión, y fue finalista en los Premios Tribeca X 2021. En 2021, ganó el Premio Webby a la Diversidad y la inclusión así como al Mejor Episodio en los premios Tribeca X.
Créditos de la campaña: Justin Lomax (jefe de creatividad, Square), Rodney Lucas (director, par/impar), Mallory Russell (jefe de marketing de contenidos, Square), Mohammad Gorjestani (productor ejecutivo, par/impar), Malcolm Pullinger (productor ejecutivo, par/impar), Alex Friedman (productor supervisor, par/impar), Trishtan Williams (productor de línea, par/impar), Kassim Norris (director de fotografía, par/impar), Ashley Rodholm (editora, par/impar), Ayumi Ashley (clasificación del color, Ntropic), Joel Raabe (diseño de sonido y mezcla, Mission Film & Design), Dushane Ramsay (estratega de marca sénior, Square), Sean Conroy (director creativo global, Square), Eileen Tjan (director creativo global, Square), Kirstyn Martin (diseñador de interacción sénior, Square), Michael Arguello (director de arte principal, Square), Nelson Murray (productor creativo sénior, Square), Evan Groll (productor de video sénior, Square), Ward Sorrick (director de estudio creativo, Square), Steven Dupre (editor de cine sénior, Square), Nick Dimichino (director de contenido de redes sociales, Square), Kim Miles (directora de fotografía, Square), Amy Feitelberg (directora de fotografía artística, Square), Aaron Weiss (satisfacción del cliente, Square), Janjay Sherman (marketing de contenido, Square), Kellie Spano (marketing de marca, Square), Sasha Casas (comunicaciones corporativas, Square), Katie Dally (comunicaciones del vendedor, Square), Lauren Weinberg (directora de marketing global, Square)